sábado, 7 de septiembre de 2019

Capítulo 4: Rebeca

Querida Rebeca

Te escribo esta carta por mera casualidad. Debido a la emoción algo has escrito mal y la carta que era originalmente para Pietro Crespi ha llegado a mis manos, sin embargo no debes preocuparte ya que le he hecho llegar tu escrito sin problema alguno.
Lo que pasa es que quería darte algunas palabras de aliento, debes perdonarme, pero he leído la carta con mucha atención, pensando que estaba dirigida a mi.

¿Por dónde empezar? Sé que no solo es suposición mía, de verdad la has pasado mal. No creo que tu romance con el joven Crespi haya sido una casualidad, ambos son jóvenes, era obvio que el amor nacería entre dos personas ávidas por experimentar y sentir el amor no solo a través de la música, pero también de la danza. Esos pequeños detalles que te ha dado día con día son muestra del cariño que te tiene, ni se diga del tiempo que te ha dedicado y las formas imposibles que ha encontrado para mantenerse en contacto contigo.

Tampoco creo que debas sentirte preocupada. Tu hermana entenderá algún día que sus amenazas y acciones no la llevarán a ningún lado, y si llegara a materializar el mal que se ha formado en su corazón, su castigo será proporcional al dolor que le ha infligido a alguien más.

Al final, me alegra que hayan intercedido por ti al dejarte casarte con él, espero que la boda se lleve a cabo tan pronto como sea posible y la felicidad los alcance a ambos. Después de haber enterrado los restos de tus padres como requería la adivinación que te ha realizado Pilar Ternera, nada podría ir mal, ¿verdad?

Mis mejores deseos a un matrimonio fructífero.

Atentamente, una amiga casual, de la cual no necesitas saber el nombre.

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